Categoría: Inmigración

Boletin de JHISN 23/01/2021

Esta semana, un clamor diferente se escuchó cerca de los escalones del Capitolio de EEUU: “Si vamos a estar a la altura de nuestro tiempo // Entonces la victoria no estará en la espada // Pero en todos los puentes que habremos construido // Ese es el claro del bosque prometido // La colina que escalamos si tan solo nos atrevemos // Porque ser Estadounidense es más que el orgullo que heredamos // Es el pasado en el que entramos // Y cómo lo reparamos”. En solidaridad con el poderoso espíritu de Amanda Gorman, una laureada poetisa de color que capturó el acto inaugural del nuevo gobierno con su poema, les ofrecemos el boletín de esta semana.

En la cúspide del cambio político, un momento de promesa por el que tanto hemos luchado y un momento de peligro que juntos debemos de nombrar, vamos a analizar la conexión entre un fascismo emergente en Estados Unidos y el odio contra los inmigrantes. Acercándonos al barrio, analizamos luego la política de distribución de la vacuna Covid en nuestra comunidad de inmigrantes como Jackson Heights. Finalmente, ofrecemos una breve historia local de las organizaciones para la justicia de inmigrantes y el papel clave del liderazgo femenino en la reparación del pasado y la construcción de puentes … en nuestro propio tiempo.

Aspectos destacados del boletín:

  1. Fascismo Estadounidense y política antiinmigrante
  2. Lanzamiento de la vacuna AntiCovid y comunidades de inmigrantes de Nueva York
  3. Activismo Inmigrante liderado por mujeres

1. El odio a los inmigrantes alimenta el fascismo Estadounidense

Después de cuatro años de implacables ataques racistas, patrocinados y dirigidos por los más altos niveles de gobierno, el odio a los inmigrantes de color se ha convertido en una característica normal y más abierta de la política dominante en Estados Unidos. Este odio proporciona combustible para una ola creciente de fascismo: un movimiento revolucionario de la derecha racista que cree que el “estado profundo” (teoria conspirativa que sugiere que la colusion y el amigismo existen dentro del sistema politico y que constituye un gobierno oculto dentro del gobierno legitimamente elegido)* es un fraude “anti-Americano”. No todo el sentimiento antiinmigrante es fascista. Pero la colera contra la inmigración juega un papel central en el auge del fascismo aquí, como lo hace en otros países del mundo. Esto es evidente dentro de las tendencias políticas claves que alimentaron la insurrección del 6 de enero en el Capitolio: Proud Boys, QAnon y el Movimiento de Milicias:

  • El fundador de Proud Boys, Gavin McInnes, se burla e insulta constantemente a los inmigrantes y las personas de color. “Me encanta ser blanco”, dice… “No quiero que nuestra cultura se diluya. Necesitamos cerrar las fronteras ahora”. Enrique Tarrio, el nuevo director de Proud Boys, es hijo de inmigrantes cubanos conservadores. Niega que él (Trump y/o la policía) sea fascista o racista. Pero en las salas de chat en línea, Tarrio y otros Proud Boys arrojan odio nacionalista blanco y piden violencia contra los indocumentados. La cuenta de Twitter de Tarrio se suspendió en el 2018 después de que tuiteó comentarios racistas sobre la actriz negra Leslie Jones, y difamó al Islam, los judíos y a las personas trans.
  • Los partidarios de QAnon, que promueven una extraña teoría de conspiración, alegan que los lideres demócratas están dirigiendo una red masiva de pedofilia, y fingen también de ser inclusivos. Pero están profundamente implicados en la política antiinmigrante. Ashli ​​Babbitt, la “mártir” de QAnon, asesinada a tiros mientras invadía el Capitolio, publicó videos “despotricando sobre la inmigración en la frontera sur de San Diego”. Marjorie Taylor Green, la nueva congresista, considera que la inmigración es “totalmente una invasión ilegal”.
  • El odio contra los inmigrantes es una característica destacada del movimiento de milicias nacionales de derecha. Los Oath Keepers, una gran milicia formada por las fuerzas del orden y el ejército, están convencidos de que los inmigrantes indocumentados son parte de un complot demócrata para destruir la sociedad estadounidense. (Dos de las personas arrestadas la semana pasada después de la insurrección son miembros de la Milicia Regular del Estado de Ohio, una base de Los Guardianes del Juramento/The Oath Keepers). Los Tres por Ciento consideran a los inmigrantes y musulmanes como enemigos, mientras que el movimiento insurreccional Boogaloo es “un amplio movimiento anti-gubernamental que está lleno de activistas del poder blanco (supremacistas)” que promueven la guerra racial. Estas tres milicias fueron actores claves en el ataque al Capitolio.

El fascismo va de la mano con el ataque racista contra los inmigrantes. El fascismo Estadounidense también tiene sus raíces en el racismo anti-negro, como proclamaron con orgullo las banderas confederadas que ondearon los insurgentes durante la invasión del Capitolio. Es motivo de gran preocupación que el cáncer del fascismo se haya arraigado profundamente en las fuerzas policiales y militares. En particular, los neonazis y otros fascistas son muy activos dentro de ICE y la Patrulla Fronteriza.

A medida que el régimen de Trump deja el cargo, hay mucha esperanza de que la nueva administración revierta sus políticas antiinmigrantes. Pero los fascistas y sus aliados supremacistas blancos incondicionales no se van a ir. El movimiento por la justicia de los inmigrantes debe unirse al movimiento por la justicia negra y otros grupos progresistas para hacer retroceder la amenaza violenta de los fascistas y desarraigar su influencia social. La audacia, la militancia y el tamaño del ataque al Capitolio indican que esta lucha tiene que ser sostenida y a largo plazo.

2. Nueva York no compartirá el estado de ciudadanía con el gobierno durante Covid

A medida que Nueva York comienza a implementar la vacuna Covid-19, los funcionarios de salud pública y los defensores enfatizan urgentemente la importancia de llevarla a las comunidades marginadas, incluidos los inmigrantes.

Como parte de ese esfuerzo, el gobernador de Nueva York, Andrew Cuomo, anunció el mes pasado que el estado no compartirá información de identificación con el gobierno federal que podría usarse para determinar el estado de ciudadanía de una persona. Compartir esta información confidencial podría desalentar a los inmigrantes indocumentados de recibir la vacuna, muchos de los cuales son trabajadores esenciales.

El anuncio se produjo poco después de que el gobernador Cuomo enviara una carta al secretario de Salud y Servicios Humanos de EEUU – HHS, Alex Azar, solicitando en parte que el HHS permitiera a Nueva York desarrollar su propio sistema para realizar un seguimiento de las personas vacunadas y la administración de las dosis. La carta del 1 de diciembre objetó el requisito original del gobierno federal de que los estados proporcionen información sobre las personas que reciben la vacuna, como números de seguro social, pasaporte o licencia de conducir, que podría usarse para determinar si una persona está documentada o no.

La carta fue firmada por el gobernador y los líderes de 52 grupos comunitarios, incluidas las organizaciones con sede en Queens como New Immigrant Community Empowerment (NICE), Adhikaar, así como Make the Road New York.

El éxito de la campaña de vacunación probablemente dependerá de su implementación en las comunidades de color, que incluyen a muchos inmigrantes. Estas comunidades no solo han sido las más afectadas por el virus, sino que agrupan a una gran cantidad de trabajadores esenciales que no pueden trabajar desde casa. Que la vacunación llegue a ellos será clave para que Nueva York evite más pérdidas y logre la inmunidad colectiva, que es el punto en el que suficientes personas son inmunes para que el virus no se propague. (Los funcionarios a menudo dicen que alrededor de las tres cuartas partes de la población de los EEUU necesitarían vacunarse para obtener la inmunidad colectiva).

Al mismo tiempo, algunos miembros de estas comunidades han dicho que son escépticos sobre la vacunación, algo sobre lo que los defensores han advertido dadas las largas historias de maltrato y abandono por parte de las instituciones científicas y médicas.

“Estamos trabajando duro con la población inmigrante indocumentada e indígena”, dijo el mes pasado Janet Pérez, directora de programas en Mixteca, con sede en Sunset Park. “Nuestro objetivo es que ellos también tengan acceso a esas vacunas”

Como ocurre con la mayoría de los otros aspectos de la respuesta pandémica, las políticas para distribuir la vacuna varían de un estado a otro. Los funcionarios de Nueva Jersey dijeron que todos los residentes y trabajadores del estado pueden recibir la vacuna, incluidos aquellos sin documentación.

El gobernador de Nebraska, Pete Ricketts, fue criticado a principios de este mes por decir que los inmigrantes indocumentados no serían incluidos en el lanzamiento inicial de la vacuna, a pesar de que muchas de esas personas trabajan en plantas empacadoras de carne, que han sido sitios bien conocido de brotes. Un portavoz dijo más tarde que si bien no se requerirá prueba de ciudadanía para vacunarse, “Nebraska dará prioridad a los ciudadanos y residentes legales antes que a los inmigrantes ilegales”.

Confusión y estigmatización se producen en el ya complicado esfuerzo de distribución de vacunas, que se ha visto frenado por la alta demanda, la escasez, y por las pautas que se cambian con frecuencia sobre quiénes son elegibles. Muchos de estos problemas se han atribuido a la mala gestión a nivel federal que ha impedido que los estados reciban vacunas y hasta hace poco, retuvo fondos críticos para su distribución. El presidente Joe Biden tiene como objetivo distribuir 100 millones de vacunas en sus primeros cien días en el cargo.

En la ciudad de Nueva York, los trabajadores de la salud y las personas de 65 años o más, así como los trabajadores de las tiendas de comestibles que se enfrentan al público, los maestros y los residentes de refugios para personas sin hogar, son elegibles para inscribirse para una cita de vacunación. Sin embargo, las citas son difíciles de conseguir y más de 20.000 citas se cancelaron esta semana debido a la falta de vacunas. Al ritmo actual, el gobernador ha dicho que podría tomar hasta el verano para que los elegibles se vacunen y para que comience el resto del estado. Lo que queda claro es que la inclusión de los trabajadores inmigrantes y las comunidades es vital para el éxito de cualquier programa de vacunación en Nueva York.

¿QUÉ PODEMOS HACER?

3. Historia local: Mujeres y Activismo Inmigrante

Esta semana, la hija de dos inmigrantes nacida en EEUU prestó juramento como Vicepresidenta de los Estados Unidos, la primera mujer negra y del sur de Asia. En la campaña electoral, Kamala Harris presentó una propuesta hacia la ciudadanía para DREAMers (inmigrantes que llegaron siendo niños a EEUU), otro ejemplo del poder de liderazgo de las mujeres en la historia del activismo inmigrante. El liderazgo de las mujeres también ha sido fundamental en nuestras propias organizaciones vecinales con sede en Queens.

El activismo por los derechos de los inmigrantes no es una historia antigua. Después de que la Ley de Control y Reforma de la Inmigración de 1986 – IRCA otorgó estatus legal a casi tres millones de inmigrantes indocumentados, su aplicación en la frontera se volvió más dura; más inmigrantes se quedaron en los Estados Unidos en lugar de emigrar de un lado a otro. Los efectos no deseados de IRCA en la practica han aumentado el número de trabajadores indocumentados que viven en los Estados Unidos, lo que provocó el desarrollo de grupos organizados que abogan por su derecho a quedarse y por condiciones de trabajo seguras… estos grupos necesitaban líderes activistas.

Los grupos por los derechos de los inmigrantes comparten objetivos con los movimientos laborales y de derechos civiles, pero no comparten la tradición dominante del liderazgo masculino. Los estudios en grupos de inmigrantes de California sugieren que muchos grupos de justicia para inmigrantes se crearon después de las luchas por los derechos de las mujeres. Las mujeres migrantes en los Estados Unidos y que tenían que trabajar fuera de casa, estuvieron mas motivadas para asumir roles de liderazgo. En Queens, podemos contar historias muy similares.

A principios de los noventa, Haydee Zambrana fundó “Latin Women in Action” en Corona para mujeres y familias latinas de Queens. Poco después, “Sakhi for South Asian Women” comenzó a presentarse en Jackson Heights para luchar por los derechos de la mujer como parte del Día Internacional de la Mujer. A finales de los años 90s, Sakhi escindió el grupo para formar el Comité de Trabajadoras Domésticas de Mujeres con sede en Queens llamado Workers Awaaz. Cerrando la década, NICE se desarrolló en respuesta a los murales publicitarias antiinmigrantes colocadas en Queens. (En 2020, una miembro de la junta fundadora de NICE, Jessica González-Rojas, fue elegida para representar al Distrito 34 en la Asamblea del Estado de Nueva York).

En la década del 2,000, Seema Agnani, fundadora de Chhaya CDC, con sede en Jackson Heights, creó viviendas y apoyo económico para la construcción de trabajadores del sur de Asia de bajos ingresos a partir de su experiencia trabajando en el programa de desarrollo de viviendas y vecindarios de Asian Americans for Equality. Poco después, Monami Maulik fundó DRUM para fortalecer el poder de los trabajadores del sur de Asia. Damayan fue cofundada por Linda Oalican para apoyar a las trabajadoras del hogar de Filipinas, y Voces Latinas fue cofundada por Nathaly Rubio-Torio para reducir la violencia y la transmisión del VIH entre las inmigrantes latinas. En esa misma década, Luna Ranjit ayudó a crear Adhikaar en Woodside para la comunidad Nepalí a fin de promover los derechos humanos y la justicia social. En la cercana Astoria, el Centro RIF fue establecido por Maria Blacque-Belair para apoyar las necesidades legales de refugiados y solicitantes de asilo.

Si bien la idea de Immigrant Movement International fue concebida por la artista Tania Bruguera en 2006, se necesitaron cuatro años y el apoyo del Museo de Queens para crear un espacio para sus servicios, donde los artistas usan sus habilidades para abogar por la reforma migratoria. IMI fue la semilla que se convirtió en Centro Corona, que comparte una estrecha conexión con Queens Neighborhoods United, un grupo de activistas locales dirigido por mujeres que abogan por el control democrático sobre el uso del terreno, vigilancia y seguridad ciudadana, y las políticas de inmigración.

Únase a JHISN para honrar el liderazgo histórico de las muchas organizaciones lideradas por mujeres que abogan y luchan por los trabajadores inmigrantes, sus familias y sus comunidades.

QUE PODEMOS HACER?

  • Haga una donación al “Fondo de Desarrollo de Liderazgo y Campañas” de DRUM para apoyar a futuras mujeres líderes.
  • Déjate inspirar por la vida de la activista Lorena Borjas, inmigrante / SIDA / LGBTQ / Trabajadora sexual de Queens, quien murió trágicamente de Covid en 2020, a la edad de 59 años.
  • Únase a nuestra iniciativa de colaboración colectiva de JHISN en desarrollo para construir un cronograma sólido del trabajo de activistas inmigrantes en nuestro vecindario: comuníquese con timeline@jhimmigrantsolidarity.org para obtener más información.

En solidaridad y con cuidado colectivo,

Red de Solidaridad con los Inmigrantes de Jackson Heights

Detener las Deportaciones! Parar las Detenciones!

Estamos viviendo en medio de una emergencia de violación de derechos humanos. Una emergencia que es la consecuencia de una guerra desatada contra los inmigrantes y los refugiados. Esta guerra es catastrófica, no solo por sus víctimas directas, sino porque también afecta a las personas amantes de la libertad y la justicia. Pero esta guerra se dá desde un solo lado, y ha llegado a ser el motivo principal para algunos de los peores sectores de la sociedad norteamericana—supremacía blanca, xenofobia, chauvinismo imperial y neofacismo. Creemos que demandar una moratoria de las deportaciones y de las detenciones de los inmigrantes es una forma de luchar contra ella, de mobilizar sentimientos de solidaridad en la gente y de cambiar el discurso corriente sobre politica migratoria.

“Buenos inmigrantes” y “malos inmigrantes”

El discurso común y corriente sobre migración, incluso el discurso que usa el Partido Demócrata, practicamente desprecia los derechos humanos de los refugiados y de los inmigrantes. Lo que en realidad predomina en este discurso es una definición moralista decadente que distingue entre los que son “buenos inmigrantes” que están permitidos de permanecer en los EEUU, y los “malos inmigrantes” que deben ser encerrados o deportados. De igual modo, este discurso prevalente distingue entre “refugiados reales” y “refugiados falsos.” La presente situación de emergencia en los derechos humanos pone de manifiesto la esencia reaccionaria y errada de este discurso prevalente. En la raíz de esta distinción está la idea del privilegio, el racismo, el miedo y la ignorancia; y ninguno de estos conceptos describe la verdadera realidad de la vida de las personas que están emigrando.

En términos políticos, esta narrativa está bien enquistada en las propuestas de una “reforma migratoria comprensiva.” Estas propuestas están sustentadas sobre el supuesto de que si los Demócratas están de acuerdo con las demandas de los Republicanos en reforzar la patrulla fronteriza, y las deportaciones, pueden conseguir a cambio una limitada protección para algunos grupos selectos de migrantes—esos definidos como “buenos inmigrantes” o “verdaderos refugiados.” Por décadas, ésto ha sido el consenso aprobado al interior del Partido Demócrata.

Trump y la Derecha se sienten como en su casa con este discurso. La Derecha está deshumanizando y satanizando activamente y a propósito más y más categorías de inmigrantes y refugiados, mostrándolos como enemigos y como los peores criminales por lo que deben ser rechazados de esta sociedad. Está bien claro para todo el mundo que Trump y la Derecha están complaciendo con ésto a la supremacia blanca y al nacionalismo.

Pero los liberales comunes y corrientes no tienen una respuesta clara. Al estar de acuerdo en trazar una línea divisorial entre los “buenos” y los “malos” inmigrantes, han cedido terreno en términos de propuesta. No están luchando por los derechos de los inmigrantes y refugiados de permanecer aquí. Al contrario, claman por simpatía o apertura para darles permiso—al menos en ciertos casos que ellos elijan, basados en lo que los Republicanos o mucha gente blanca encontraria acceptable. Ellos hacen cálculos políticos con la vida de la gente, haciendo intercambios y jugando con números. Su concepto de reforma migratoria comprensiva despiadadamente traiciona y criminaliza decenas de millones de migrantes y aquellos que buscan asilo: Ésos que son usados como fichas de negociación. Ésos, quiénes ellos piensan que no merecen que se invierta políticamente . Esos que no merecen, por alguna razon, de su caridad.

Cambio de discurso

Por consiguiente, es vital cambiar el discurso sobre migración y el asilo. Esto es tan importante como formular específicas reformas legislativas. Es nuestra responsabilidad que en nuestro diario quehacer como activistas, el atacar esta narrativa común y corriente y reemplazarla con un discurso basado en la justicia y la moral.

Nuestra posición fundamental debe ser que la migración y el asilo son derechos humanos. No hay nada criminal en la búsqueda de la sobreviviencia, o en querer una vida mejor. De hecho tratar de negar los derechos humanos a otros es un verdadero crimen. Nadie debería ser dejado de lado por discriminación entre quienes son “buenos” y “malos” inmigrantes, o entre quienes son “verdaderos” o “falsos refugiados”, ya sea debido a su nacionalidad, raza, religión, género, historia personal, o por cuando y cómo ellos y sus familias llegaron a vivir a los EEUU.

Es una gran hipocresía la de los descendientes Europeos inmigrantes—quienes robaron estas tierras e impusieron fronteras a través de la violencia, construyeron un impero basado en la esclavitud y saqueos de guerra—dar un sermón acerca de quién es suficiente bueno para vivir aqui. Verdaderamente es hipocrecía cuando la política exterior de los EEUU y sus corporaciones continúan esparciendo y creando miseria en otras latitudes, obligando a que mas gente todos los días emigre o huya para salvar sus vidas.

La lucha por los derechos humanos de los inmigrantes y refugiados tiene un potencial para convertirse—y hay signos que asi lo señalan—en un movimiento poderoso por un cambio progresista en los EEUU y alrededor del mundo. Éste movimiento levanta la demanda por los derechos de los migrantes y refugiados y no apela a la simple simpatía. Cualquier intento por dividir inmigrantes desde los mismos inmigrantes y refugiados dentro de los mismos refugiados, constituye un ataque a la unidad de este movimiento, sirve para contener su potencial y oscurecer su profundo significado político.

Demandamos que se declare una Moratoria de Emergencia para las deportaciones y detenciónes

La lucha por los derechos humanos de los inmigrantes y refugiados necesita un enfoque práctico. Dado los ataques racistas contra los inmigrantes y los que buscan asilo en los EEUU, y dado los efectos destructivos de esos ataques sobre la sociedad en su conjunto, llamamos por una inmediata suspensión en todas las deportaciones, asi como de todos los arrestos y encarcelamientos basados en el estado migratorio. Esto significa no solo que se cierre ICE, sino resquebrajar el poder dictatorial de ICE, la Patrulla Fronteriza y todas las agencias legales federales que están ahora maltratando la vida de los inmigrantes y refugiados. Esta es una declaración de que a la inmigración y a la búsqueda de asilo no se les considere como actos criminales nunca más.

Proponer que se suspendan las deportaciónes no es lo mismo que decir abran las fronteras. Una moratoria no es una decisión final en cómo la frontera debe ser regulada. (Recordemos que por décadas varios millones de Europeos fueron bienvenidos a través de la Isla Ellis y por otros puertos de entrada. Nadie dijo que esa politica significaba “abran las fronteras”). La demanda por una Moratoria de Emergencia, que de plano rechaza la satanización racista que vuelve criminales a los inmigrantes, es centrada y practica. Se enfoca en detener la violación destructora de los derechos humanos de los inmigrantes y de los refugiados que esta sucediendo en este momento.

Resultados de las encuestas

Basados en datos emitidos recientemente por las encuestas, el demandar una moratoria de emergencia en las deportaciones y las detenciones puede ser bien recibido por un público bastante receptivo y con sentimiento significativo pro-inmigrante.

  • La encuesta conducida por la Universidad Quinnipiac en enero de este año, encontró que el 75% de votantes registrados piensa que la inmigración es en términos generales buena para el país (solo el 14% piensa que es malo). Este hallazgo es respaldado por varias encuestas. Por ejemplo, una encuesta conjunta del diario NBC/y de Wall Street Journal de septiembre del 2018, encontró que muchísimos votantes registrados piensan que la inmigración “ayuda más a EEUU en vez de perjudicarlo.” Esa mayoría se ha incrementado de manera sostenida a lo largo de varios años. Además, una sólida mayoría de residentes en numerosas encuestas piensa que los inmigrantes indocumentados son mucho mas respetuosos de la ley que los ciudadanos Americanos. A ésto se añade que el 59% de votantes registrados no está de acuerdo con el argumento de que los inmigrantes indocumentados les quitan el trabajo a los ciudadanos. (Quinnipiac, abril, 2018.)
  • Asi mismo, la encuesta conjunta del diario NBC/y de Wall Street Journal, de septiembre del 2018, encontró que el 61% de los encuestados respondió que estaban en contra de deportar a todos los inmigrantes que están vivendo actualmente indocumentados en los EEUU. Una encuesta previa (junio, 2018), que hizo esta preguna de una forma ligeramente diferente halló que el 67% de los votantes registrados pensó que los “inmigrantes ilegales” deberían ser capaces de aplicar por la ciudadanía. Un 8% más pensó que tales inmigrantes deberian ser capaces de permanecer en los EEUU, pero no aplicar por la ciudadanía. En enero de este año 2019, la encuesta Gallup también encontró que el 81% de los adultos están a favor o fuertemente a favor de “permitir que los inmigrantes que viven en EEUU ilegalmente tengan la oportunidad de llegar a ser ciudadanos de los EEUU, si es que ellos cumplen con los requisitos para serlo en un tiempo determinado”. La encuesta de la Universidad de Monmouth de enero 2018 tuvo resultados similares.
  • La encuesta de Gallup de diciembre del 2018, dijo que el 51% de los que respondieron, aprobó permitir que miles de refugiados de Honduras y otros paises de America Central entren a este país (43% no aprobó).
  • Concomitantemente, una encuesta Nacional de la Universidad de Grinnell realizada en noviembre del 2018, reportó que muchos adultos a nivel nacional creen que EEUU tiene una responsabilidad moral de conceder asilo a los refugiados. También, una gran mayoria sintió que no se había permitido a muchos refugiados ingresar a los Estados Unidos en ese momento. Paralelamente, el 54% de votantes registrados dijeron que hay una crisis de seguridad en la frontera con Mexico; pero al mismo tiempo, el 68% de estos mismos votantes se pronunciaron por la existencia de una crisis humanitaria en la frontera. (Encuesta de la U. de Quinnipiac de enero, 2019).

Por supuesto que sería un error minimizar el fuerte sentimiento anti-inmigrante que existe en el pais. Por ejemplo, el soporte encontrado a favor de los inmigrantes esta condicionado en si es que ellos cumplen con ciertos criterios (ser “buenos inmigrantes”). Esta es la posición que ha sido promovida y utilizada por muchos politicos por años.

Las actitudes halladas frente a los refugiados al sur de la frontera son mixtas. Por ejemplo, casi la mitad de los adultos en los EEUU opina que “los inmigrantes que buscan asilo político en la frontera deberían permanecer en Mexico esperando que su pedido sea procesado.” Asi mismo, casi la mitad piensa que los que buscan asilo en la frontera no estan huyendo de la violencia sino que están “tratando de evitar el debido proceso de aplicar para ingresar al país” (Monmouth, abril 2019). Hay también un fuerte soporte para incrementar la Patrulla Fronteriza.

Sin embargo, esta claro que hay muchas oportunidades para influir opinión pública. Mucha gente en los EEUU parece en general que es pro-inmigración, y un número grande se opone a las detenciones y deportaciones. Este sentimiento puede ser mobilizado y profundizado si se hace un llamamiento para detener el incremento de racismo y crueldad en la política actual.

Por lo tanto, demandar una detención de emergencia enfocará la atención de la nación en lo que actualmente viene sucediendo, que es, las violaciones de los derechos humanos de los inmigrantes y refugiados.

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