Boletin de JHISN Newsletter 09/07/2022

Queridos amigos,

A medida que entramos en pleno verano, les deseamos a todos mayor tranquilidad y una amplia sensación de que todo es posible. Nuestro boletín da un vistazo a la complicada situación de los Dreamers y al décimo aniversario de DACA. También ofrecemos un informe cautelosamente esperanzador sobre el cambio de las políticas en torno al comercio ambulatorio en la ciudad de Nueva York. Mientras volvemos a soñar juntos cómo se sentiría la justicia para los inmigrantes; nosotros estamos muy agradecidos por su apoyo a JHISN ¡Haga un buen uso de nuestro boletín, difundiendolo!

Puntos destacados del boletín:

  1. Reflexionando sobre los diez años de DACA
  2. ¿Reestructuración de la venta ambulante en la ciudad de Nueva York?

1. DACA: después de 10 años continúa siendo temporal

En este 2022, es tiempo de apreciar los buenos resultados de diez años de DACA, la Acción Diferida para los Llegados en la Infancia, al mismo tiempo que reconocemos las limitaciones que deben superarse con urgencia. En el 2010 el Congreso no logró aprobar el DREAM ACT, negándose así a legislar un camino hacia la ciudadanía incluso para un específico grupo de jóvenes que vinieron o fueron traídos a los Estados Unidos cuando eran niños. Como el beneficiario de DACA de Yonkers, Brian Aguilar Avila, comentó: “Siempre dicen que tienen un plan, que el Congreso tiene un plan, y que Trump tenía un plan, pero éste plan siempre muere”. 

Joana Toro ha creado una línea de tiempo fotográfica del activismo de DACA en Queens desde el 2012 hasta el 2022, destacando a Make the Road New York, que inició una demanda colectiva para proteger a los jóvenes inmigrantes elegibles para DACA, y al Centro MinKwon en Flushing. Una de los actuales organizadores de apoyo a los inmigrantes de MinKwon, Woojung “Diana” Park, beneficiaria de DACA, afirmó que ser indocumentado puede convertirlo a uno en un espectador más, que en un activista. Aun así, después de que no se aprobara el DREAM ACT, fueron los jóvenes indocumentados los que tomaron medidas para influir en Obama, (que estaba deportando indocumentados en mayor número que cualquier otro presidente antes que él), para que firmara la orden ejecutiva que creaba DACA el 15 de junio del 2012. Janet Napolitano, la ex secretaria de Seguridad Nacional ha dicho que no esperaba que la política siguiera vigente 10 años después. 

Muchas historias de los beneficiarios de DACA revelan que la elegibilidad para trabajar sin temor a la deportación les dió la oportunidad de obtener una educación superior. Aunque los jóvenes de DACA no eran elegibles para la ayuda financiera proporcionada por el estado y tenían que pagar una matrícula más costosa, cobrada a los estudiantes internacionales, ahora podían trabajar para obtener un título. El estado de Nueva York, siete años después del inicio de DACA, aprobó la Ley “El Sueño de José Peralta” que brinda a los estudiantes indocumentados la posibilidad de obtener la ayuda estatal de Nueva York para estudios superiores.

Diana Pliego vivía en Carolina del Sur, donde los indocumentados tenían prohibido asistir a las instituciones públicas para estudiar. Tuvo que postular a una institución privada y, aunque recibió una beca completa para la Universidad de Columbia, no podía pagar los gastos adicionales de vivienda. Pero como ahora ella y sus hermanos beneficiarios de DACA podrían trabajar, podían cubrir esos costos. Pliego ahora trabaja en el Centro Nacional de Leyes de Inmigración (NILC) y se sentía en conflicto por el décimo aniversario porque, si bien DACA ha cambiado vidas para mejor, el proceso de renovación cada dos años resulta problemático: “Los últimos 10 años he tenido que vivir mi vida en suspenso cada dos años, sin saber si algún día alguien lo quitará y yo no tendré ningún control sobre esa decisión”. 

La renovación de DACA requerida cada dos años, es quizás manejable para un joven estudiante universitario, que puede enfrentar la vida en incrementos cortos. Pero ahora hay más beneficiarios de DACA mayores de 36 años que menores de 20, y más de 300,000 niños estadounidenses ahora tienen un padre que es beneficiario de DACA. Bruna Sollod señala, “Ahora que soy mamá, ahora que tengo una carrera que realmente amo, pensar en renovaciones cada dos años ya no es funcional.

La inseguridad familiar es el resultado de la disfunción política bipartidista y el sentimiento antiinmigrante en una corriente del discurso político en EEUU. La administración Trump fracasó en poner fin al programa DACA, gracias a una orden judicial, no porque hubiera problemas con la propuesta de terminarla, sino porque el cambio fue implementado por un secretario interino de Seguridad Nacional indebidamente designado. Darle fin a DACA ahora sería otro ataque del gobierno de EEUU a las familias inmigrantes, igual al de separar a las familias en la frontera, y afectaría directamente a los niños ciudadanos estadounidenses. 

Esta semana, un tribunal federal en Luisiana escuchó el testimonio del abogado del estado de Nueva Jersey, instando a 3 jueces designados por republicanos, a dar un fallo en contra de una demanda presentada por 9 estados liderados por republicanos, que afirman que DACA fue creado indebidamente por la administración de Obama. Si la demanda tiene éxito, cerraría todo el programa basado en reglas de procedimiento administrativo, y no en el valor o el propósito del programa. Terminar DACA anularía todos estos beneficios económicos: el 94 por ciento de la fuerza laboral de DACA está empleada; 45,000 son dueños de su propio negocio y, en el 2015, los trabajadores beneficiarios de DACA impulsaron las economías locales en más de $655 millones. Establecería la deportación de 542,000 trabajadores esenciales de DACA; 62,000 de los cuales trabajan en el cuidado de la salud, y casi la mitad de ellos estuvieron trabajando en la primera línea durante la pandemia del COVID-19.

Como declaró NILC, “DACA ha servido como un salvavidas, pero los beneficiarios de DACA necesitan una estabilidad duradera. Los votantes de todo el espectro político están abrumadoramente a favor de una solución permanente, y los legisladores tienen el mandato de cumplir. Las encuestas en EEUU muestran consistentemente, que las tres cuartas partes de la población está a favor de otorgar un camino a la ciudadanía, para los jóvenes traídos ilegalmente a los EEUU cuando eran niños. Esder Chong, quien recibió DACA a los 15 años y ha tenido experiencia en NILC mientras trabajaba para obtener sus dos maestrías, dijo: “En el caso de, y cuando DACA se rescinda, necesitamos un plan para la comunidad indocumentada en general. El Congreso no tiene ningún plan. Las organizaciones de derechos de los inmigrantes no están de acuerdo sobre cuál debería ser el plan.” Chong sugiere abandonar la solución idealista de “ciudadanía para todos” e impulsar en su lugar “un camino hacia la residencia, un estatus legal para todos” para que las personas permanezcan en el país, busquen educarse y tener una buena vida, y ser capaces de trabajar y contribuir a la economía local y nacional.

¿QUÉ PODEMOS HACER?
  • Firme la petición de NILC para aprobar la protección permanente para jóvenes inmigrantes.
  • Asista al espectáculo ¡Americano!, acerca de un beneficiario de DACA que se enteró de su condición de indocumentado, cuando trató de convertirse en un infante de marina de los EEUU después del ataque del 11 de septiembre.
  • Retuitee los cuatro artículos de opinión que United We Dream creó con la empresa de medios Popsugar para resaltar historias de algunos beneficiarios de DACA.

2. Justicia para los vendedores ambulantes en la ciudad de Nueva York

“Permítanos trabajar con dignidad. Somos inmigrantes, no estamos lastimando a nadie… Estamos trabajando y tratando de proveer. Todo lo que quiero es un lugar para trabajar de manera segura”. –María Falcón, ambulante arrestada en abril del 2022 

María Falcón nació en Ecuador y ahora vive en Queens. Durante más de diez años, ha trabajado vendiendo mercancías con un carrito en la calle. El 29 de abril, María estaba en una plataforma al aire libre del metro en Brooklyn, vendiendo mangos y melones en un carrito de lavandería, cuando dos policías de Nueva York la esposaron y arrestaron. Pasó dos horas en una comisaría. La cachearon parcialmente desnuda en busca de armas y drogas, le confiscaron su carrito y sus bienes, y la multaron por ‘actividad comercial no autorizada’ y luego la liberaron. El video del arresto grabado por su hija se volvió viral.

La historia de María es una instantánea en el panorama político de la venta ambulante de Nueva York. Como sector informal de la economía local, impulsado en gran medida por el trabajo de inmigrantes y personas de color, el comercio ambulatorio está regulado mediante permisos municipales para carritos y camiones. El municipio de la ciudad de NY limita el número total de permisos otorgados, creando una enorme lista de espera y un “mercado negro clandestino” de permisos. Durante años, grupos de apoyo a los inmigrantes como The Street Vendor Project, y funcionarios electos como Jessica Ramos, han luchado para despenalizar la venta ambulante y empoderar a los ambulantes, establecer un proceso de permisos justo y equitativo; y poner fin al acoso policial de los vendedores.

En un prometedor paso adelante, un informe y un conjunto de recomendaciones desarrollado por una nueva Junta Asesora de Vendedores Ambulantes (SVAB) está siendo aceptado por el Concejo Municipal y el Alcalde Adams. El SVAB, creado en el 2021 por mandato del Concejo Municipal, tiene como objetivo equilibrar los intereses de los vendedores ambulantes, las pequeñas empresas, las organizaciones comunitarias y los consumidores. También reconoce que el ecosistema del comercio ambulatorio en Nueva York, es una parte vibrante de la vida del vecindario y un apoyo vital para la economía.  

En mayo, el alcalde anunció públicamente que la ciudad comenzará a implementar varias recomendaciones de la SVAB, que incluyen: derogar la responsabilidad penal de los vendedores ambulantes de alimentos; explorar la expansión de las oportunidades de venta ambulante en plazas peatonales, estacionamientos de la ciudad y lugares de estacionamiento con parquímetro; y la introducción de apoyos comerciales para vendedores ambulantes a través de las oficinas municipales.

Mohamed Atia, director de The Street Vendor Project y miembro de la Junta Asesora de Vendedores Ambulantes, se expresó optimistamente: 

“Durante siglos, los vendedores ambulantes han sido una parte esencial del tejido de la ciudad de Nueva York. Desde el Bronx hasta Queens, los vendedores ambulantes aseguran que las comunidades de bajos recursos tengan acceso a alimentos frescos y asequibles, los corredores comerciales tienen diversidad de negocios y los turistas disfrutan de la icónica experiencia de la ciudad de Nueva York. Y ahora, por primera vez en la historia, los vendedores ambulantes son partes interesadas en decidir el futuro de la industria… Esperamos seguir trabajando con el alcalde Adams y el Concejo Municipal para modernizar el sistema de venta, garantizar que todos los vendedores ambulantes tengan permiso y reducir la burocracia para que la empresa más pequeña de nuestra ciudad realmente pueda prosperar”.

¿QUÉ PODEMOS HACER?

En solidaridad y con cuidado colectivo,

Jackson Heights Immigrant Solidarity Network (JHISN)

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