Boletin de JHISN 17/09/2022

Queridos amigos,

Mientras pasamos de una estación a otra, volvemos a la historia dramática que cubrimos en nuestro último boletín: historia profundamente local y global de los migrantes, que son transportados en ómnibus desde Texas, Arizona y Florida, hacia las ciudades santuario del norte. Dirigida por grupos de base de apoyo a los inmigrantes, la Alcaldía de Nueva York lucha por responder a las necesidades inmediatas de miles de recién llegados. Necesitamos pensar en un tema tan importante ¿cómo podemos, concretamente, crear las estructuras y la comunidad que acogerán a todos los migrantes que se encuentren viviendo entre nosotros, aquí, en esta ciudad construida por mano de obra inmigrante, cultura inmigrante y poder inmigrante?

1. La respuesta de la Ciudad de Nueva York a los autobuses del estado rojo: rechazar la historia antiinmigrante

Este fin de semana, el documentalista histórico Ken Burns estrena una serie de películas en PBS sobre el Holocausto. Coproducido y codirigido con Lynn Novick y Sarah Botstein, el trío destaca cómo Alemania basó sus leyes antijudías en las leyes de exclusión de Jim Crow de EEUU. Esta serie también muestra cómo los sentimientos antiinmigrantes dieron forma al hecho de que Estados Unidos, abrió sus fronteras a solo una fracción de los cientos de miles de judíos que buscaban refugio de la Alemania nazi. En ese momento, el senador de Carolina del Norte, Robert Reynolds, dijo: “Si me saliera con la mía, hoy construiría un muro alrededor de los Estados Unidos tan alto y tan seguro que ni un solo extranjero o refugiado de ningún país sobre la faz de la tierra podría ser capaz de escalarlo o pasarlo. Burns dice que a propósito trató de dejar que los espectadores, vieran los paralelismos de las actitudes actuales hacia los inmigrantes en la frontera, con el pasado.

El cincuenta por ciento de los tejanos apoya el espectáculo político actual del gobernador Greg Abbott, de Texas, que coloca a los solicitantes de asilo en autobuses, y los envía a ciudades santuario en el norte, incluida la ciudad de Nueva York. Ha obtenido fondos a través de donaciones privadas para los viajes en autobús chárter, para no enfrentar críticas por usar dinero de los contribuyentes, pero hasta ahora ha recaudado un poco más de $300,000. Es posible que sus partidarios no se den cuenta, de que es más probable que se conceda asilo a los inmigrantes en estas ciudades santuario, o que su enfoque contradice una política fiscal conservadora, proclamada necesaria por el Partido Republicano:

  • según el análisis TRAC de la Universidad de Syracuse, los inmigrantes recién llegados tienen más probabilidades de que sus casos de asilo sean aprobados en los tribunales de la ciudad de Nueva York que en Texas. En los últimos 10 meses, los jueces de Houston aprobaron solo el 17% de los casos de asilo y el 33% fueron aprobados en Dallas. En Nueva York se concedió asilo a casi 4 de cada 5 solicitantes, más del 82%. 
  • Un boleto de autobús Greyhound de Texas a Nueva York le costaría a una persona poco menos de $300. Los viajes en buses financiados por los contribuyentes de Abbott tienen un promedio de $1,300 por pasajero, mientras que los viajes en autobús fletados de Arizona cuestan más de $2,000. Expertos en derechos de inmigración como Abel Nuñez, director ejecutivo del Centro de Recursos para América Central, ha explicado que “el gobernador republicano que está trabajando para tomar medidas enérgicas contra la inmigración ilegal, en realidad, está estableciendo uno de los servicios financiados con fondos públicos más generosos del país, para ayudar a los inmigrantes”.

Mientras Abbott realiza su pose pública llenando autobuses, el alcalde de Nueva York, Adams, y Manuel Castro, de la Oficina de Asuntos de Inmigrantes, dan la bienvenida a los inmigrantes en la Terminal de Autobuses de la Autoridad Portuaria. Su programa se basa en el cumplimiento de la obligación legal de la ciudad, de proporcionar alojamiento en el mismo día para cualquier adulto que lo solicite, independientemente de su estatus migratorio. Están haciendo cumplir la ley al ubicar a los migrantes en refugios, y 14 hoteles con el apoyo de organizaciones de inmigrantes, y grupos de voluntarios como Grannies Respond. Sin embargo, no todos los migrantes pueden asegurar lugares para dormir, especialmente si quieren permanecer en familia. Además, algunos Republicanos en Nueva York, argumentan que usar las habitaciones de hotel de esta manera, está perjudicando al turismo, pero los propios hoteles afirman que tienen el espacio, ya que la ocupación aún está por debajo de los niveles previos a la pandemia.

Murad Awawdeh, director ejecutivo de la Coalición de Inmigración de Nueva York, señaló que algunas historias e imágenes que salían de la estación de autobuses de la Autoridad Portuaria, se usaron falsamente para fomentar la intolerancia y la xenofobia. Dijo, “Para que quede claro, no estamos condenando al gobernador Abbott por transportar personas en autobús a la ciudad de Nueva York”. “Lo hemos condenado por transportar a personas con información engañosa a lugares a los que no quieren ir. Por tratar a las personas de manera inhumana”. La decisión de Abbott de no enviar información a la ciudad de Nueva York sobre quiénes viajan en los autobuses y cuándo llegarían fue, según Awawdeh, un esfuerzo intencionado para crear caos.

Abbott ha estado buscando asegurar $4 mil millones para sus esfuerzos de seguridad fronteriza, incluida la Operación Lone Star, de desplegar información errónea y criminalizar el cruce de fronteras, autorizando a la Guardia Nacional de Texas a arrestar a los inmigrantes que traspasan propiedad privada. La ciudad de Nueva York, por otro lado, lanzó Project Open Arms, un plan de múltiples agencias para inscribir a más de 1,000 solicitantes de asilo en los distritos escolares públicos 2, 3, 10, 14, 24 y 30, que incluye a Jackson Heights. Los niños son ubicados en escuelas con bajas inscripciones y se les entregan mochilas y útiles; sus padres deben recibir MetroCards. Los funcionarios escolares dijeron que la mayoría de los niños necesitan instrucción intensiva en el idioma, evaluaciones de educación especial y apoyo de salud mental.

Además, los Grupos de Defensa de Inmigrantes de Nueva York han promovido una campaña de $40 millones de dólares de Bienvenida a Nueva York, para cubrir servicios médicos, intérpretes, asistencia legal y servicios de reasentamiento, para la nueva población inmigrante. La campaña tiene como objetivo ayudar a “reconstruir el sistema de bienvenida, para solicitantes de asilo y refugiados, destruido durante la Administración Trump”. Trabajando a nivel federal, estatal y local, busca crear estructuras, más allá de la Seguridad Nacional, que apoyarán y sostendrán a los recién llegados a los EEUU.   

A pesar de tales acciones, la ciudad de Nueva York no es totalmente acogedora. Una concejal Republicana en un distrito de la ciudad de Nueva York, anunció que los inmigrantes deberían viajar en autobús a Greenwich, CT, en lugar de quedarse en los hoteles de su distrito. En algunos casos, los inmigrantes no encuentran seguro el sistema de refugio y optan por abandonarlo; en un caso reciente, en Brooklyn, un oficial de seguridad fue suspendido por golpear a uno de los venezolanos solicitantes de asilo, que viajaron en autobús desde Texas. 

Nadie sabe cómo esta acción de viaje en autobús podría afectar el proceso de solicitud de asilo, porque no está claro exactamente cómo subieron los inmigrantes a los autobuses. Ellos tienen 90 días para solicitar asilo en el lugar de su destino, y es posible que el lugar al que fueron transportados no sea su destino final. De los migrantes transportados en autobús a Washington, DC, alrededor del 10% no tenía ningún contacto en los EEUU. Algunas de las direcciones en sus documentos fueron anotadas por agentes de la Patrulla Fronteriza, y la organización de Abel Núñez tuvo que coordinar el transporte para que fueran devueltos a Texas. Alrededor del 30-40% de las personas que viajaron en autobús a la ciudad de Nueva York desde Texas, no quieren estar aquí, y necesitan apoyo para llegar a Luisiana, Ohio, al estado de Washington, Oregón, Wisconsin, ¡o incluso regresar a Texas!

¿QUÉ PODEMOS HACER?

En solidaridad y con cuidado colectivo,

Jackson Heights Immigrant Solidarity Network (JHISN)

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