Boletin de JHISN 17/02/2024

Queridos amigos,

En tiempos turbulentos, incluso catastróficos, damos la bienvenida a las noticias que traen esperanza y claridad a la lucha por la justicia para los inmigrantes. El boletín de hoy se centra en el importante trabajo que realizan grupos comunitarios no gubernamentales para apoyar a los nuevos inmigrantes que llegan a la ciudad de Nueva York. Luego pasamos a una historia en profundidad de la artista peruana Olinda Silvano, cofundadora de una Comunidad migrante Shipibo en Lima, cuya sabiduría indígena genera una resistencia creativa a las amenazas ambientales tanto aquí como en Perú.

Aspectos destacados del boletín:

  1. Apoyo comunitario a la llegada de inmigrantes: Informe de la Comisión de Mujeres Refugiadas (WRC)
  2. El arte de la ecología indígena: Olinda Silvano de la Nación Shipibo-Konibo

1. Los Grupos Comunitarios Locales Son Fundamentales para el Apoyo a los Inmigrantes

“Las organizaciones comunitarias, los defensores comunitarios de base y los voluntarios cotidianos han sido fundamentales para brindar apoyo a las personas que llegan a Nueva York desde la frontera buscando seguridad y estabilidad mientras pasan por su proceso de inmigración”.Comisión de Mujeres Refugiadas

Los grupos comunitarios locales están obteniendo el reconocimiento a su encomiable labor por el apoyo que brindan a los inmigrantes. El locutor de radio de WNYC, Brian Lehrer, anunció el 7 de febrero que su Premio 2024 al Bienestar Comunitario fue otorgado a tres grupos que dan la bienvenida a los inmigrantes a Nueva York. Uno de ellos es el Centro de inmigrantes de Jackson Heights, fundado por Nuala O’Dougherty-Naranjo, que ayuda a los recién llegados a solicitar asilo y formar una comunidad. Otro premiado es el grupo liderado por Power Malu, Artistas Atletas Activistas, sobre el cual JHISN escribió el año pasado en nuestro boletín del 10 de junio.

Además, la Comisión de Mujeres Refugiadas (WRC) elogió al grupo activista NYC-TLC (capítulo de Nueva York de la organización nacional Grannies Respond), en su reciente informe Oportunidades de bienvenida. El informe identifica las mejores prácticas y lecciones aprendidas de grupos que apoyan a solicitantes de asilo en Nueva York, Chicago, Denver y Portland (Maine). JHISN ha informado anteriormente sobre el trabajo del equipo TLC-NYC que ayuda con la llegada de inmigrantes transportados en autobús a Nueva York, y con una Pequeña tienda de bondad para proporcionar bienes gratuitos a los inmigrantes necesitados.

El informe de la WRC es un examen exhaustivo de los denodados esfuerzos realizados para apoyar a los miles de inmigrantes transportados en autobús a través de las fronteras estatales por los gobernadores republicanos como una maniobra política. Estos políticos pretendían dar una lección a las ciudades santuario administradas por los demócratas que se declaran un refugio seguro para los inmigrantes. A pesar de los desafíos, 190 ciudades y condados siguen siendo miembros del grupo Ciudades para la Acción, que aboga por políticas federales pro inmigrantes y recomienda programas y políticas locales innovadoras e inclusivas en lugar de vilipendiar a los inmigrantes.

La WRC habló con más de 50 organizaciones de apoyo para elaborar su evaluación de la situación actual de los migrantes. Su informe señala que va a ver un problema para los 2 millones de casos judiciales pendientes de revisión por sólo 659 jueces de inmigración. Destacan que habrá un retraso que “deja en el limbo durante años a las personas que buscan protección y permanencia en Estados Unidos”. Esto también extiende el tiempo que esos inmigrantes no pueden trabajar: la cuenta regresiva de 150 días para obtener el permiso de trabajo no comienza hasta que presentan una solicitud (p6). La WRC afirma que es hora de “poner fin a la respuesta imprecisa e inservible en ‘modo crisis’ a la realidad permanente de las personas desplazadas que buscan seguridad”. (p2)

Si bien el alcalde Adams, sigue solicitando más fondos federales para servicios para migrantes en la ciudad de Nueva York, este informe revela que nuestra ciudad ha sido hasta ahora la mayor receptora de apoyo gubernamental: la ciudad de Nueva York recibió $106,879,743, Denver recibió $9,009,328 y Chicago $12,739,273. Al analizar cómo se utilizó este dinero, la WRC identificó varios problemas que enfrentan las cuatro ciudades:

  • Usar refugios de emergencia en lugar de soluciones de vivienda a largo plazo.
  • Apoyándose en respuestas de emergencia que son costosas, insostenibles y carentes de transparencia.
  • Número inadecuado de proveedores de servicios legales para personas que buscan protección.
  • Algunas tensiones comunitarias cauadas por los recién llegados.
  • Coordinación y apoyo incompletos del gobierno federal.

También identificaron mejores prácticas para abordar los problemas, incluido el aprovechamiento de asociaciones público-privadas para ofrecer apoyo; brindar asistencia para el alquiler y establecer programas de hospedaje privados para personas que buscan asilo; así como utilizar un enfoque de gestión de casos liderado por organizaciones comunitarias que brindan servicios de apoyo.

El informe de la WRC concluye con recomendaciones integrales para las instancias de gobierno local, estatal, del Congreso, el ejecutivo, y departamentos federales. En lugar de pretender que todo estará bien si simplemente se cierra la frontera, la CMR enfatiza la compleja amplitud de los cambios estructurales y de políticas necesarios para abordar los desafíos actuales, así como los terribles efectos de cinco décadas de inacción por parte de nuestros políticos para aprobar cualquier nueva medida significativa en las leyes de inmigración. Sin una reforma migratoria nacional progresista, los grupos locales han llenado un vacío político con servicios.

En última instancia, el informe de la WRC sugiere, al igual que el reconocimiento de Brian Lehrer a los ganadores del Premio al Bienestar Comunitario, que el éxito proviene de iniciativas comunitarias gentiles, solidarias y acogedoras. Estos modelan respuestas positivas y comprometidas sobre cómo se puede manejar adecuadamente la inmigración.

¿QUÉ PODEMOS HACER?

2. Resiliencia y resistencia shipibo en DC

“Cuidar y defender es amar, es prolongar su vida, es combatir la extinción de la región, (así) como de sus habitantes”. —Ronin Koshi, comunidad Shipibo-konibo de Cantagallo, Lima 

 La lucha por la justicia ambiental en el Perú nuevamente saltó a la palestra el 23 de enero, apenas unos días después de que un corrupto e ilegítimo Congreso Peruano aprobara modificaciones desastrosas a la Ley Forestal y de Fauna Silvestre; ese día Olinda Silvano Inuma de la Nación Shipibo-konibo inauguró la exhibición, Amazonia: Un Centro de Biocreatividad, en el Centro Cultural del BID en Washington, DC. Expresando el amor a sus antepasados, su cultura y su selva, Olinda habló y cantó en su idioma, llamando a proteger el Amazonas y el futuro de la Madre Tierra, mientras con su dedo recorría las líneas del Kené en el mural. Fue una apertura apoteósica ante un público extasiado. Paradójicamente, esta exposición se realizó en el BID (Banco Interamericano de Desarrollo), cuyos comportamientos, precisamente no preservan ni protegen el ecosistema de la Amazonía—pero fueron quienes patrocinaron Amazonia, cuyo objetivo publicado en su página web es defender y proteger la selva.

Las naciones indígenas en Perú han enfrentado serias amenazas durante décadas por parte de colonos o traficantes de tierras. Estos invasores talan ilegalmente bosques de cedros y se apoderan del territorio indígena. La ley recientemente modificada les permitirá a estos traficantes cambiar el uso de la tierra sin realizar un estudio de clasificación de la tierra para determinar si son aptas para uso agrícola o forestal. Ya no será necesario un informe preliminar para autorizar la tala de un bosque para convertirlo en tierra agrícola.

Cada año se pierden 150,000 hectáreas de bosque virgen en el Perú, poniendo en peligro el manejo sostenible de los recursos forestales y garantizar la protección de los ecosistemas. La nueva ley de la Unión Europea que prohíbe las importaciones de café, cacao, carne de vacuno, soya y aceite de palma obtenidos ilegalmente de bosques deforestados, era una amenaza para los especuladores forestales. Por eso el Congreso de Perú actuó con tanta rapidez para modificar la ley forestal. Al legalizar formalmente las prácticas predatorias, se estará apoyando las jugosas ganancias de las grandes empresas exportadoras.

Otro peligro que amenaza a la selva es la minería ilegal. Los productos químicos y los métodos destructivos que utilizan, han contaminado gravemente las tierras y los ríos de la región. El Registro Integral de Formalización (Reinfo) se organizó en 2017 para regular la pequeña minería y la artesanal. Aunque se suponía que entraría en vigor en 2020, el corrupto Congreso le ha seguido ampliando el plazo. Mientras tanto, se ha presentado una propuesta de un proyecto de “reforma” que contribuiría aún más a debilitar las disposiciones del Registro.

Las nuevas modificaciones a la Ley forestal no sólo legaliza la deforestación y degradación de los bosques amazónicos, a la vez que viola constitucionalmente la consulta previa a los pueblos indígenas. Esta fue aprobada mediante un proceso irregular, a pesar de haberse opuesto tajantemente las organizaciones indígenas, la academia y la ciudadanía peruana.

Olinda Silvano, que llegó a Washington con su hijo Ronin Koshi, nos mostró que en cualquier fuero se lucha, se denuncia y se comparte la necesidad de preservar el medio ambiente. Habló con la sabiduría impartida por sus ancestros, insistiendo en que el amor a la naturaleza, a los animales, y a los ríos, son las únicas garantías para evitar una catástrofe climática.

El pueblo Shipibo, que vive a orillas del río Ucayali, entre Pucallpa y Loreto, es una de las naciones más numerosas de la Amazonía peruana. Se dice que a las personas como Olinda se les ha mostrado la corona de inspiración. Ella es una de las fundadoras del asentamiento de migrantes Shipibos en Lima (margen derecha del río Rímac), ahora llamada la Comunidad de Cantagallo. Es una líder, artesana, muralista y conferencista, que ha mostrado su arte y sus conocimientos en varias ciudades de Europa, Rusia y en los últimos años en Norteamérica.

En la exposición de la galería del BID, el mural de Olinda de 24 pies de largo fue el centro de atención. Refleja el kené, que se refiere a diseños tradicionales pintados por mujeres y hombres sobre cerámica, textiles, superficies de madera y en los cuerpos del pueblo Shipibo-Konibo. El kené se realiza dibujando patrones geométricos que expresan la cosmovisión y espiritualidad Shipibo; nos indica identidad, belleza y calidad.

Las comunidades peruanas de Washington, DC, Maryland y Virginia (DMV) se organizaron para difundir el trabajo y mensaje de Olinda a través de talleres locales y exposiciones. Previo a los talleres, Olinda, con la ayuda de Ronin, trazó los diseños que íbamos a pintar; hicieron líneas rectas, curvas, figuras geométricas y círculos perfectos, todo provenía de la sabiduría ancestral de Olinda, y lo  dibujaba directamente sobre un pedazo de tocuyo (algodón crudo). Cada participante con un palito de dientes o pincel utilizó pintura preparada con cedro y plantas para colorear el diseño. Después que se secó el tocuyo, se le aplicó el barro de su pueblo Paohyan (Lago de Conchas), en Ucayali, para fijar el color. Con el acompañamiento de las canciones e historias de Olinda, y con las mantas, cerámicas, pulseras, collares, y aretes que nos rodeaban, se creó una atmósfera de una comunidad Shipibo en el taller. Olinda nos contó cómo recibió el arte kené, su formación con las plantas, su decisión de llevar el arte con ella; su historia migratoria y su importante trabajo de cultivar y mantener viva la Nación Shipibo-Konibo a través del kené.

Los pueblos indígenas continúan sacrificando sus vidas para defender los bosques y los ríos de la Amazonia. Treinta y tres defensores ambientales han sido asesinados en la última década. Es muy urgente dar protección a los líderes indígenas. Artistas indígenas como Olinda, con su dedicación y amor incondicional por su cultura ancestral, ayudan a crear conciencia sobre un ecosistema tan importante como nuestra Amazonía, para protegerla, defenderla y luchar por leyes justas que la preserven.

¿QUÉ PODEMOS HACER?

En solidaridad y con cuidado colectivo,
Red de Solidaridad con Inmigrantes de Jackson Heights (JHISN)

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