Boletin de JHISN 03/09/2022

Queridos amigos: 

Esta semana les traemos una historia de felicidad y esperanza: una historia de la lucha exitosa de una familia inmigrante por permanecer unida. Agradecemos a la familia Talukder, que vive aquí en Queens, por permitirnos compartir su historia con ustedes. Y estamos agradecidos por recordarnos que a veces, el trabajo colectivo puede acercarnos un poco más al mundo que queremos. 

A continuación, nos adentramos en los recientes titulares sobre autobuses llenos de inmigrantes que están llegando a la ciudad de Nueva York. Enviados por gobernadores Republicanos hambrientos de un espectáculo mediático, los miles de migrantes y solicitantes de asilo que son transportados al norte desde la frontera sur, son parte de una lucha histórica más amplia sobre la política ‘santuario’ y la posibilidad de refugio.     

Puntos destacados del boletín:

  1. Historia local con un final feliz
  2. Envían inmigrantes a Nueva York: Espectáculo Republicano dirigido a las ciudades santuario

Photo by Jennifer Deseo

1. Riaz Talukder: una historia de justicia para inmigrantes

El 2 de agosto del 2022, después de décadas, Riaz Talukder y su esposa Sayeda finalmente recibieron tarjetas de residencia y el derecho a permanecer en los EEUU con sus dos hijos nacidos aquí. Esta es una historia sobre la importancia del apoyo de la comunidad, la alianza de varios grupos de activistas, una buena asesoría legal y mucha persistencia y paciencia. Aquí les contamos cómo sucedió. 

En octubre de 2017, JHISN se reunió con Riaz Talukder, un inmigrante de Bangladesh que vive en los EEUU desde que era un adolescente, para conocer su situación migratoria. Nos enteramos de que Riaz había venido a los EEUU en la década de los 80s y recibió una amnistía en 1990 bajo los Servicios Sociales Católicos, lo que le permitió vivir y trabajar aquí. Durante un viaje a Bangladesh, recibió amenazas de muerte por parte de una organización política. En consecuencia, cuando regresó a Nueva York solicitó asilo político. Desafortunadamente, la política del gobierno cambió en 1999, y un mal asesoramiento legal condujo a una orden de deportación de la que Riaz no se enteró hasta el 2010, cuando allanaron su casa. Estuvo detenido durante varios meses y puesto en libertad bajo una orden de supervisión que requería que se presentara para controles regulares.  

JHISN hizo del apoyo al caso de Riaz una prioridad e informó a nuestros vecinos de JH sobre su situación en nuestra reunión comunitaria anual. Cuando el nuevo abogado de Riaz nos dijo que la evidencia del apoyo de la comunidad sería útil, los miembros de JHISN, DRUM y New Sanctuary Coalition asistimos a la reunión de Riaz con ICE el 21 de octubre en Federal Plaza. Allí supimos que Riaz iba a tener un registro “final” de ICE el 20 de noviembre del 2017, con la amenaza de ser deportado después de 37 años en los EEUU. 

Los grupos defensores de los derechos de los inmigrantes lanzaron una campaña de petición pidiendo al Departamento de Seguridad Nacional que reabriera el caso de asilo de Riaz. JHISN reunió firmas aquí en el barrio. DRUM y United We Dream elaboraron su petición y la distribuyeron en las redes sociales. NY1 entrevistó a Riaz, y en su artículo explicó cómo él era, el único sostén de sus dos hijos, y su esposa que estaba siendo tratada por cáncer de tiroides. Todas las peticiones y más de 100 cartas de apoyo, se llevaron al check-in de Riaz el 20 de noviembre del 2017.

El 20 de noviembre, varios de nosotros acompañamos a Riaz a su check-in. Nos sentimos gozosos cuando a Riaz se le concedió una suspensión de la deportación por seis meses para que él y su abogado pudieran continuar con su caso de asilo. DRUM y JHISN realizaron una conferencia de prensa en donde se anunciaron las buenas noticias.  

20 de noviembre de 2017 Después de las buenas noticias. Riaz (de rojo) y Sayeda (de chaqueta azul) con Ydanis Rodriquez y Edward Cuccia (a la derecha). Foto de Kisha Bari 14 de agosto de 2022 Los miembros de JHISN celebran con Sayeda (con un pañuelo azul en la cabeza), Riaz y sus hijos (a la derecha). Foto de Jennifer Deseo

JHISN, DRUM y United We Dream continuaron con las campañas de petición, energizados por las prometedoras noticias. Muchos miembros de la comunidad de Jackson Heights, tal vez algunos de ustedes, firmaron para apoyar el caso de Riaz. Luego, en junio del 2018, el abogado de Riaz informó que la orden de deportación había sido cancelada y se reabrió el caso de asilo. La decisión del juez estuvo influenciada por el volumen de apoyo de la comunidad, un informe psicológico sobre los problemas que enfrentaría la familia si ocurriera la deportación y la cobertura del noticiero local.

Durante los siguientes cuatro años, la salud de Sayeda mejoró, el hijo mayor se graduó de la escuela secundaria e ingresó a la universidad, y el hijo menor terminó la escuela secundaria y comenzó la escuela secundaria. Riaz y su familia pudieron comprar un medallón de taxi y una casa. Finalmente, el 2 de agosto del 2022, con la noticia de las tarjetas de residencia, han logrado estabilidad y seguridad.

El 14 de agosto, Riaz y Sayeda invitaron a JHISN a participar en una cena de celebración. La comida elegida por Riaz y Sayeda estuvo deliciosa. La charla fue muy animada y nos reímos mucho. La familia agradeció a JHISN por nuestro trabajo. Fue un placer compartir su felicidad y ser una pequeña parte de una historia de inmigrantes que termina con justicia.

2. El Teatro Político del Abuso: Abbott Envía Buses con Migrants Fuera de Texas

“En Texas, nos dijeron que aquí recibiríamos ayuda con vivienda, trabajo y todo lo que necesitáramos… Todo era mentira”.Juan Rojas, migrante transportado en autobús de Texas a Washington, DC

En los últimos meses, se estima que entre 8000 y 9000 migrantes que cruzaron la frontera desde México han sido transportados en autobús a Washington, DC, y a la ciudad de Nueva York. El 31 de agosto, el primer autobús de migrantes de Texas llegó a Chicago. Ahora, las vidas de los migrantes se han convertido en actores involuntarios, del  sueño delirante de los Republicanos de castigar a las “ciudades santuario”, por atreverse a proteger la seguridad y la justicia de los inmigrantes.

Nadie sabe realmente, cuántos migrantes están siendo transportados en este éxodo, históricamente sin precedentes. No hay comunicación entre los gobernadores republicanos que supervisan la expulsión de inmigrantes de su estado (Greg Abbott de Texas y Doug Ducey de Arizona), y los alcaldes de las ciudades del norte donde arriban los autobuses fletados. No hay documentación de los inmigrantes indocumentados atrapados en este nuevo acto de teatro político de la derecha.  

La extraordinaria suma de 12 millones de dólares gastados hasta ahora, por el estado de Texas en el transporte de inmigrantes hacia el norte, es la última escalada cínica en la demonización en curso, por parte de Trump y el Partido Republicano, a las “ciudades santuario” llamándolas paraíso de los inmigrantes criminales. Lanzado a mediados de la década de 1980 por organizaciones en su mayoría religiosas, el Movimiento Santuario movilizó apoyo municipal, y protección legal, para cientos de miles de migrantes desplazados por las guerras en Guatemala, y El Salvador. El objetivo del Movimiento Santuario desde entonces, ha sido disminuir la amenaza diaria de deportación, y crear una mayor confianza entre las fuerzas del orden locales y las comunidades de inmigrantes.  

La derecha ve al santuario como una forma de generar divisionismo. Movilizando la desinformación y el miedo, la administración Trump amenazó con cortar los fondos federales para las “peligrosas” ciudades santuario en el 2017. Muchos alcaldes y ciudades, como Nueva York, Seattle, Chicago, se mantuvieron firmes y lo hicieron retroceder; California declaró a todo el estado un espacio santuario. Pero Texas, dirigido por el gobernador Abbott, prohibió a las ciudades santuario en todo el estado. Ahora, Abbott acusa a ciudades santuario como Nueva York, Washington, DC, y Chicago de ignorar la crisis migratoria inducida por Biden en la frontera sur. Está gastando millones de dólares de los contribuyentes para llenar autobuses chárter con inmigrantes recientes y enviarlos a ciudades santuario en el norte. Abrumando tanto los recursos de la ciudad como a los grupos locales de defensa de los inmigrantes, el transporte de inmigrantes a la ciudad de Nueva York también crea un apetitoso espectáculo político para los Medios corporativos de la derecha.

El Director de Seguridad Nacional Alejandro Mayorkas, se quejó de que el esquema de transporte de los gobernadores Abbott y Ducey está “empeorando las cosas”, con sus decisiones unilaterales y total falta de colaboración con el gobierno federal. En Nueva York, el alcalde Eric Adams anunció medidas de emergencia para expandir el sistema de refugios para personas sin hogar, en respuesta a más de mil solicitantes de asilo que fueron traídos en autobús a Port Authority Bus Terminal

En suelo americano, algunos migrantes están complacidos en dirigirse al norte, donde pueden tener familiares esperando y donde el sistema judicial puede ser más favorable para sus casos de asilo. Pero otros informan que ellos no subieron voluntariamente al autobús en Texas. O que se sorprendieron al bajarse del autobús y saber que estaban en Nueva York, después de que les dijeron que iban a un destino diferente. Muchos inmigrantes recientes provienen de Venezuela, donde seis millones de personas han salido en la última década, a medida que el país entró en crisis económica y política, y aquí no cuentan con parientes ni comunidades de inmigrantes venezolanos asentados en ningún lugar de los Estados Unidos. Algunos inmigrantes recién llegados a Nueva York “están durmiendo en los parques”, según el director de Caridades Católicas; él junto con otros grupos sin fines de lucro y de base, está tratando de proporcionar recursos y una cálida bienvenida a los inesperados autobuses llenos de humana necesidad y de esperanza.

Las organizaciones defensores de los derechos de los inmigrantes y los grupos de voluntarios locales en la ciudad de Nueva York se están haciendo una urgente pregunta: “¿Cómo podemos dar la bienvenida y ayudar a los inmigrantes recién llegados?” ¿Podemos también mantener viva la pregunta: “¿Cuándo se convertirá Estados Unidos en un país santuario?” 

¿QUÉ PODEMOS HACER?

En solidaridad y con cuidado colectivo,

Jackson Heights Immigrant Solidarity Network (JHISN)

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