Boletin de JHISN 28/05/2022

Queridos amigos,

A veces la cara de la violencia es muy notoria y cruda… como la última masacre en una escuela de EEUU donde, esta vez, 19 niños fueron asesinados a tiros en un pueblo fronterizo de Texas. O como el espectáculo del asesinato en masa de la semana anterior en Buffalo, con 10 personas asesinadas por un declarado supremacista blanco con un rifle semiautomático.

Pero la violencia también puede no ser tan espectacular, incluso invisible, al menos para aquellos que no lo tienen entre su objetivo. Esta semana nos fijamos en dos escenarios de violencia menos visibles. Destacamos la historia de las mujeres inmigrantes de color, a las que se les niega la atención en salud reproductiva y el derecho al aborto. Informamos también sobre un grupo defensor de inmigrantes con sede en Nueva York que lucha contra la violencia estatal dirigida a los detenidos homosexuales, y LGBT en los EEUU.

Puntos destacados del boletín:

  1. Derechos reproductivos negados para las inmigrantes
  2. Proyecto para empoderar a las personas queers que están en detención (QDEP)

1. Mujeres migrantes y su derecho al aborto

La eliminación del derecho al aborto en los EEUU tiene el mayor impacto en las mujeres de color, un hecho que a menudo pasa desapercibido en los principales medios de comunicación. Menos informados aún son los obstáculos específicos que enfrentan las mujeres inmigrantes de color que buscan un aborto.

Las inmigrantes de raza negra, latinas, sudasiáticas y asiáticas enfrentan un acceso reducido al aborto debido a las barreras del idioma, un problema que se incrementa a medida que disminuye la cantidad de clínicas comunitarias. Viajar para encontrar un proveedor de servicios de aborto es difícil, costoso y arriesgado, especialmente para las personas indocumentadas. El seguro médico es difícil o imposible de obtener sin un estatus legal. Para las que están presas en los centros de detención de inmigrantes de EEUU, las normas que rigen la salud reproductiva de ellas son confusas, varían mucho de una instalación a otra y pueden cambiar de la noche a la mañana cuando se reubica a la detenida.

Mientras luchan contra una ola de violencia racista, las inmigrantes asiáticas estadounidenses están sujetas a un mayor escrutinio como resultado de las leyes contra su derecho a decidir, que penaliza los abortos “selectivos por sexo”. El reaccionario juez de la Corte Suprema, Clarence Thomas, ha alegado que este tipo de “feticidio” es una práctica común entre “ciertas poblaciones en los EEUU”, a pesar de que este mito ha sido completamente desacreditado. (Las mujeres asiático-estadounidenses en realidad dan a luz mas niñas que las mujeres blancas). La legislación que niega el aborto si existe la “sospecha” de que se está utilizando para la selección de sexo, es popular en la derecha que la usa como un trampolín hacia la eliminación completa del derecho al aborto. Este tipo de legislación ya está promulgada como ley en varios estados y se ha propuesto en muchos otros (incluido Nueva York), así como a nivel federal.

Hoy en día, lo más grave es la falta de derecho al aborto para las migrantes a lo largo de la frontera sur de Estados Unidos. Según los defensores de las inmigrantes, un gran porcentaje de mujeres latinas, caribeñas, africanas e indígenas que atraviesan la peligrosa ruta terrestre a través de América Central son agredidas sexualmente o violadas durante el tránsito, lo que hace primordial que el acceso al aborto sea aún más urgente.

Sin embargo, las mujeres migrantes que llegan a los EEUU necesitando servicios de aborto no lo encuentran. El régimen de Trump llenó el sistema de inmigración con fanáticos antiaborto, empujando a esta agencia ya conservadora, aún más hacia la derecha. Los agentes y administradores antiinmigrantes de derecha tratan los derechos de salud reproductiva de las mujeres migrantes como una razón más para criminalizarlas y castigarlas. Los burócratas de inmigración a menudo se demoran en hacer citas médicas, encontrando excusas para negar o retrasar incluso la atención reproductiva de emergencia.

“Los esfuerzos de la administración Trump para socavar el acceso a la atención de la salud reproductiva para mujeres y niñas bajo custodia de inmigración se ejemplifican en el exdirector de la Oficina de Reasentamiento de Refugiados, Scott Lloyd. Durante su mandato, Lloyd no aprobó ni una sola solicitud de servicios de aborto para una menor; las que pudieron abortar lo hicieron solo después de la intervención judicial”. –Center for American Progress

Lloyd se ha ido, pero quedan otros fanáticos contra el derecho a decidir, como Roger Severino, quien irónicamente, es el jefe de la Oficina de Derechos Humanos para la Salud y Servicios Humanos, que se supone que supervisa los programas de reasentamiento de refugiados para la administración de Biden. .

Las inmigrantes encarceladas por agencias federales como ICE y la Patrulla Fronteriza están sujetas a las leyes de aborto del estado donde están detenidas. Los límites de tiempo impuestos al aborto en Texas y otros estados fronterizos resultarán en mayor exclusión de la atención de salud reproductiva de más mujeres migrantes que quedaron embarazadas durante su larga travesía hacia el norte.

Texas y otros estados también están tratando de criminalizar los medicamentos fáciles de usar, que permitirían abortos seguros en el hogar, arrinconando a las mujeres. Son conscientes de que las mujeres inmigrantes de color a menudo carecen del dinero, quien cuide a los niños, y la flexibilidad laboral necesaria para buscar servicios de aborto en otro estado. Para las personas indocumentadas que viven en las regiones fronterizas, este tipo de viaje es especialmente arriesgado debido a una red de puestos de control de la Patrulla Fronteriza desplegados hasta 100 millas tierra adentro. Hoy más que nunca, un gran número de mujeres inmigrantes se ven obligadas a sopesar el riesgo de ser deportadas frente a sus necesidades de aborto y salud reproductiva.

¿QUÉ PODEMOS HACER?

2. Política Queer de inmigración

“En última instancia, creo que es por esto por lo que estamos luchando… por la capacidad de ser humanos. La capacidad de reír y levantarse por la mañana, y no preocuparse de que te puedan matar si sales de tu casa. Estamos luchando por la capacidad de no tener que preocuparnos por la comida, no tener que preocuparnos por la vivienda, o no tener que preocuparnos por tomar las decisiones difíciles, como quedarme en mi tierra natal a experimentar violencia, [o] ir a lugares como los Estados Unidos, donde experimentas un tipo diferente de violencia…. Y creo que en un nivel muy básico, es solo la capacidad de ser un humano más, estar en comunidad y no tener miedo”.Ola Osaze (entrevista, Black LGBTQIA+ Migrant Project, 2019)

Los inmigrantes detenidos en los EEUU enfrentan una serie de peligros y vulnerabilidades. Pero las personas Queer, LGBT y VIH+ que están detenidos a menudo enfrentan desafíos más específicos relacionados con su identidad de género u orientación sexual. A veces, esos desafíos son, literalmente, una amenaza para sus vidas. En el 2014, Jamila Hammami fundó el Proyecto de Empoderamiento para los Queer Detenidos (QDEP, por sus siglas en inglés) aquí en la ciudad de Nueva York, para abordar la violencia estatal y las barreras estructurales que afectan a los inmigrantes gays, lesbianas, bisexuales, transgénero, queer, intersexuales o asexuales (LGBTQIA+). Operando en los primeros meses en la sala de estar de Hammami en Brooklyn, QDEP se ha convertido en una organización vibrante que proporciona servicios directos a los detenidos homosexuales y lucha por un cambio sistémico a través de la organización comunitaria.

“Los derechos de los migrantes LGBTQIA+ son invisibles para el público”, señala Ian Zdanowicz, codirector de servicios directos de QDEP. “A menudo emigran de su país de origen sin familia ni apoyo, debido a que no se acepta su identidad. Cuando están encarcelados en centros de detención, abunda la transfobia y la homofobia”. Dado que la mayoría de los servicios legales y de defensa para inmigrantes, amplifican una narrativa ‘heteronormativa’: una que asume el matrimonio, la familia o las prácticas heterosexuales; los inmigrantes LGBTQIA+ carecen de una voz colectiva que promocione, y reclame los recursos específicos que necesitan. QDEP está comprometido a construir esa voz.

En marzo del 2022, QDEP en solidaridad con Families For Freedom, se unió a una campaña nacional Día de Acción por “Comunidades, no Jaulas”, que pidió el fin de todas las deportaciones y el cierre de los centros de detención de inmigrantes, incluido el Centro Correccional del Condado de Orange en el estado de Nueva York. En el 2021, el grupo distribuyó $240,000 a más de 370 inmigrantes homosexuales y trans en la ciudad de Nueva York para pagar el alquiler, alimentos, servicios públicos, medicamentos y los servicios de salud mental durante la pandemia. También conectaron a más de 40 detenidos Queer y Trans con representación legal gratuita para audiencias de asilo y procedimientos de libertad condicional y fianza.

Uchechukwa Onwa, el actual codirector de QDEP, llegó a los EEUU en el 2017 después de la aprobación de la La Ley de Prohibición del Matrimonio entre Personas del Mismo Sexo en Nigeria, su país de origen, que criminalizó las relaciones LGBTQ. A su llegada a los Estados Unidos, aprendió una lección rápida y brutal sobre el racismo y la xenofobia ‘estadounidenses’ cuando era encadenado en el aeropuerto, luego conducido a un centro de detención de ICE donde estuvo encarcelado durante tres meses. “Sé que hay muchas otras personas como yo que quieren estar seguras”, dice Onwa. ¿Cómo promover esa seguridad?

“Al final, son nuestras historias, como migrantes. Nuestras historias valen. Y al final son nuestras historias las que van a cambiar esa narrativa”.U. Onwa (Deep Dive Interview del 2020) 

¿QUÉ PODEMOS HACER?
  • Sea voluntario con QDEP en el Programa Pen Pal con miembros de QDEP detenidos. Envíe un mensaje a eliza@qdep.org para obtener información.
  • Únase a Immigration Equality para apoyar la reciente denuncia presentada ante el Departamento de Seguridad Nacional para investigar el manejo de las Entrevistas de Miedo Creíble a los solicitantes de asilo, incluidos los migrantes LGBT, por parte de la Oficina de Asilo de Houston. 

En solidaridad y con cuidado colectivo,

Jackson Heights Immigrant Solidarity Network (JHISN)

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