Queridos amigos,
A medida que los habitantes de nuestra ciudad comienzan a respirar libremente una vez más después de que mejoró el aire y se disipó el humo de los incendios forestales, los problemas climáticos nos revelan una vez más el desafío que enfrentan los inmigrantes en la industria de servicios. Aunque se aconsejó a todos que se refugiaran en casa durante unos días, los deliveristas siguieron trabajando, aún cuando la calidad del aire de la ciudad era la peor del mundo ese miércoles. A pesar de los avisos de salud pública, repartidores en los cinco condados no podían perder un día de trabajo, durante el tiempo en que el aire fue tan nocivo para la salud, que rompió todos los récords de calidad de aire. Así como la administración del alcalde Adams está luchando para crear leyes que brinden un salario justo a los trabajadores de reparto, también está luchando para ayudar a los miles de nuevos inmigrantes, que fueron traídos a la ciudad en avión y ómnibus en busca de asilo; nuestro boletín de hoy destaca los problemas que enfrenta el gobierno local en el cumplimiento de nuestros requisitos de derecho a la vivienda.
Nuestra Ciudad Lucha para Ayudar a los Migrantes que Llegan
“Los solicitantes de asilo y los pobladores sin techo de la ciudad de Nueva York necesitan una vivienda permanente, ellos no deben vivir en las cárceles”.—Murad Awawdeh, Director Ejecutivo de la Coalición de Inmigración de Nueva York (NYIC)
Desde que llegaron los inmigrantes provenientes desde los estados del sur a Nueva York, como un circo político diseñado para desafiar el enfoque humanitario de las Ciudades Santuario hacia la migración, la ciudad de NY ha estado luchando para encontrar la mejor manera de albergar, y apoyar a los nuevos solicitantes de asilo. Nadie dudaba que habría costos y dificultades. Y nadie niega que apoyar a quienes huyen de sus países es un trabajo desafiante. Tanto el gobierno de la ciudad como las organizaciones que apoyan a los inmigrantes, se han esforzado al máximo para ayudar a las personas que han viajado durante meses, para solicitar asilo en los Estados Unidos.
Mostrando el alcance del desafío, New Immigrant Community Empowerment (NICE) con sede en Queens, ha estado ayudando a unos 1,000 recién llegados cada mes. La directora ejecutiva, Nilbia Coyote, señaló que NICE se ha quedado corto de espacio y no tiene suficiente personal para brindar ayuda. Artists Athlets Activists, liderada por Power Malu, apoya a los migrantes que llegan a los aeropuertos de Nueva York. Malu señaló que la organización gasta $30,000 cada mes de donaciones privadas, para transportar a estos solicitantes de asilo a albergues y centros de admisión. Pero la ciudad no proporciona vans, autobuses o reembolso para ayudar. De la misma manera que los gobernadores Republicanos han culpado a los demócratas de animar a la gente a llegar a la frontera sur, el personal del alcalde Adams ha culpado a los grupos activistas de atraer a los inmigrantes con falsas promesas de apoyo.
Una gran fuerza positiva para los nuevos inmigrantes, es la ley de derecho a la vivienda de Nueva York. Establecido en 1981, en el caso de Callahan vs Carey, exige que la ciudad le proporcione vivienda a todos. El mes pasado el alcalde Adams pidió a un juez que reconsiderara esa ley, porque la magnitud del apoyo municipal que se requiere no es como se imaginó en ese entonces, en que se presentó la demanda. Uno de los abogados que trabajó en el caso hace más de 40 años, Robert Hayes, dijo que el esfuerzo por cambiar la política fue un acto cobarde y vergonzoso.
El NYIC publicó un número de artículos en mayo, mostrando un listado de problemas relacionados con la ley del derecho a la vivienda. Discutieron planes para usar hoteles en el norte del estado, así como las órdenes de restricción destinadas a evitar que Adams, transporte en autobús a los solicitantes de asilo al Condado de Orange. También hay propuestas para alojar personas en Medgar Evers y York Colleges, el YMCA en Park Slope’s Armory y un centro recreativo en Staten Island. Además, hay ideas para usar un aeródromo en la Bahía de Jamaica, un Almacén de Correos en JFK, El Centro Correccional de Lincoln justo al norte de Central Park, y aprovechar la Cárcel de la isla de Rikers como posibles lugares para albergar a los recién llegados.
El Alcalde Adams anunció la importancia de ser “franco y honesto en decir que la ciudad de Nueva York no puede brindar atención por sí sola a todos los que cruzan nuestra frontera”. Además de los diversos planes de vivienda que él y la gobernadora Kathy Hochul han estado considerando, existe un pedido para que el gobierno federal agilice permisos de trabajo, para que los 70,000 inmigrantes recién llegados puedan ocupar alrededor de 10.000 posiciones abiertas en el área agrícola y los servicios de alimentación.
Si bien Adams dice que está dispuesto a considerar todas las opciones, incluido el uso de prisiones, otros, como la concejal de Manhattan, Carlina Rivera, considera que es “alarmante hablar de usar las instalaciones de la cárcel para personas que no han cometido un delito”, y señaló que allí no habría flexibilidad para que las personas salgan de la isla, por motivos de trabajo o a sus citas médicas. Power Malu dice, que no vale la pena el esfuerzo de usar estas ubicaciones temporales, cuando encontrar apartamentos vacíos sería más efectivo. Los lugares a corto plazo que se han utilizado, como un gimnasio de la academia de policía en Manhattan, mantiene las luces encendidas toda la noche y ofrece duchas que no brindan privacidad. El Centro Correccional de Lincoln, que había estado cerrado desde el 2019, estuvo en uso durante unos días y cuando el desague se rompió, muchas personas fueron reubicadas en Buffalo.
En los últimos meses, la ciudad ha estado en conversación con los Servicios Interreligiosos de Desastres de Nueva York (NYDIS), sobre un contrato de apoyo de 2 años. Junto con Project Hospitality e Interfaith Center of New York, NYDIS hizo circular un formulario en las organizaciones religiosas de la ciudad para determinar si sus instalaciones son elegibles para servir como refugio. El activista católico Félix Cepeda cree que las iglesias están mejor equipadas para brindar refugio y que podría haber potencial para usar sus propiedades… por un pago. El costo es más económico que los costos de alojamiento estándar, pero los espacios solo funcionarán durante 12 horas al día, así que el NYDIS también está siendo contratado para brindar servicios diurnos. Se pagarán $35,000 por mes para albergar a 1,000 hombres solteros en 50 lugares de culto en la ciudad. Parte de la ayuda financiera provendrá de FEMA, ya que el Congreso ha indicado que asignará $105 millones a los esfuerzos de la ciudad de Nueva York para apoyar a los migrantes.
Este complejo proceso revela una gama variada de enfoques que tiene la gente para hacer frente a la situación, desde los que plantean emitir órdenes ejecutivas para impedir que los hoteles alojen a los solicitantes de asilo, hasta aquellos que creen que sus comunidades son más ricas gracias a los inmigrantes. Yvonne Griffin de Citizen Action New York cree, por ejemplo, que “Syracuse puede no ser una ciudad rica, pero sabemos cómo cuidarnos unos a otros, y sé que podemos hacer lo mismo por las personas que buscan asilo”.
“[D]eberíamos decir, ¿qué podemos hacer nosotros, como comunidad, para ayudar? ¿Cómo podemos juntar nuestros recursos para garantizar que aquellos que buscan refugio no tengan que seguir corriendo para salvar sus vidas? ¿Cómo podemos aprovechar lo que tenemos aquí para traer más recursos a la comunidad para ayudar a estas personas? Y, finalmente, ¿qué debemos hacer para tratar a estas personas con la dignidad que se merecen?–Sal Curran, Volunteer Lawyers Project of CNY, Inc.
¿Qué podemos hacer?
- Use su programa Travel Miles, o haga una donación, para apoyar a los migrantes con un vuelo gratuito a un lugar seguro a través de miles4migrants.org.
- Apoyar la impresión y distribución del manual de Make the Road para migrantes recién llegados, “Hogar,” y la “Encuesta de Migrantes Desplazados y Desconectados”.
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