Queridos amigos,
Durante varios años, JHISN informó sobre la campaña antiinmigrante del entonces presidente Trump, quién se burlaba de las ciudades santuario, al mismo tiempo que intensificaba la vigilancia, el acoso y la deportación. En cambio ahora, es un alcalde demócrata de Nueva York, quién encabeza la iniciativa para socavar el compromiso municipal de décadas con el refugio, y santuario legal para los nuevos inmigrantes. El boletín de esta semana ofrece un resumen actual sobre las medidas cínicas de la administración de Adams, para negar refugio y apoyo social a los solicitantes de asilo que, literalmente, están siendo maltratados por sus políticas nuevas y despiadadas.
Mientras terminamos este boletín, los manifestantes estarán concluyendo una vigilia de 24 horas frente al Palacio municipal, exigiendo que el Concejo Municipal vote por un alto el fuego en Gaza. Casi 70 ciudades de EEUU han aprobado resoluciones pidiendo el fin inmediato del ataque militar de Israel al territorio asediado de Gaza, que ya lleva cinco meses. La matanza de civiles, entre ellos 12,000 niños, se ha convertido en un genocidio cotidiano en marcha. Y el bloqueo de agua y alimentos se está convirtiendo en una hambruna forzada, cuando más de dos millones de palestinos se enfrentan a una muerte lenta por hambre y enfermedades, en medio del riesgo incesante de muerte súbita a causa de bombardeos y francotiradores israelíes. Apoye un alto al fuego ahora!
Aspectos destacados del boletín:
- El Alcalde ataca la ciudad santuario
1. Adams es todo lo que Abbott quería que fuera
Cuando el gobernador derechista de Texas, Greg Abbott, empezó a transportar inmigrantes en autobús a la ciudad de Nueva York en el verano del 2022, esperaba “reirse a costas del Alcalde”. Planeaba desafiar la declaración de “ciudad santuario” de Nueva York, y su reputación amigable con los inmigrantes exponiéndolas, no como virtudes, sino como una pose hipócrita que se desvanecería cuando se enfrentara a la llegada de miles de solicitantes de asilo.
Sin embargo, como lo hemos reportado, grupos comunitarios de base, trabajadores públicos, activistas progresistas, y residentes comunes y corrientes de la ciudad de Nueva York se pusieron de pie y estuvieron a la altura del desafío, dándole la bienvenida a los migrantes y ofreciéndoles ayuda. Y los propios inmigrantes han demostrado una fortaleza y una resiliencia increíbles.
Pero Abbott dió en el blanco cuando se trató de nuestro alcalde. Eric Adams cayó en el juego del gobernador de Texas. En lugar de acoger a los inmigrantes como prometió solemnemente hacer, Adams ahora los intimida y los ataca. Su administración ha convertido a los solicitantes de asilo en chivos expiatorios, tildándolos de criminales. Para completar su rendición hacia la Derecha, Adams ha afirmado abiertamente que él quiere deshacer las leyes de la ciudad santuario de Nueva York. “Ni siquiera los podemos entregar [a los solicitantes de asilo] a ICE”, se lamentó.
Adams está haciendo todo lo posible para desalentar a los solicitantes de asilo y castigar a quiénes logran llegar a Nueva York. En octubre, hizo un viaje a México, Colombia y Ecuador para “entregar personalmente un severo mensaje a posibles inmigrantes que están pensando en solicitar asilo a Estados Unidos y dirigirse a la ciudad de Nueva York”. “No hay más espacio en Nueva York”, anunció. Adams incluso tenía volantes impresos para distribuir en la frontera con México, diciéndoles a los solicitantes de asilo (quiénes huyen de la violencia y la discriminación) que Nueva York, una de las ciudades más ricas del mundo, no los quiere.
El abuso de Adams hacia los solicitantes de asilo que ya viven en Nueva York, tiene un objetivo similar, el de desalentar a los inmigrantes, y ponerse en una situación estratégica a sus costas. Adoptando la crueldad como arma política, el alcalde actualmente tiene la intención de obligar a los solicitantes de asilo a salir de los refugios de Nueva York, Tal como La Ciudad nos informa:
“El otoño pasado, la ciudad comenzó a limitar la estadía de adultos en los refugios a 30 días, mientras comenzaba a repartir avisos de desalojo de 60 días a algunas familias de inmigrantes con niños. Las familias con niños ahora son enviadas de regreso al Hotel Roosevelt para otro refugio cuando se les acabe el tiempo.
“Para los adultos cuyos 30 días en el refugio se han agotado, la espera para un nuevo refugio puede durar más de una semana, tiempo durante el cual las personas que hacen cola fuera del local de East Village tienen acceso limitado a duchas, comida e incluso baños. Cuando el local cierra por la noche, el 25% de los encuestados informaron que habían dormido afuera o en los trenes, mientras que el 4% dijo que un familiar o amigo los acogió.
“Aproximadamente el 67% de los encuestados dijeron haber pasado la noche en un “refugio”, y muchos terminaron en una de las cinco salas de espera nocturnas donde la gente puede descansar en el suelo o en sillas sin cojines”.
Perversamente, el alcalde ahora está tratando de cerrar incluso estas cinco salas de espera básicas: lugares de último recurso donde al menos tienen baños y protección contra el clima.
Para Adams, crear una calle llena de personas sin techo, o el caos entre los migrantes no es una tragedia humana: es la pieza central de su cínica estrategia. Espera no sólo obligar a los inmigrantes a abandonar la ciudad (y desalentar la llegada de nuevos inmigrantes), sino también avivar la política y el sentimiento anti inmigrante a su favor. El alcalde está tratando de utilizar a los inmigrantes sin hogar –aquéllos a quienes literalmente está dejando sin hogar– para crear un espectáculo público de desorden callejero y recortes al presupuesto. Está creando condiciones para que la Derecha fabrique narrativas xenófobas, como las de “calidad de vida” y “crimen migratorio”.
“Lo dije hace un par de meses: la visualización de esta crisis hará que los neoyorquino tomen conciencia. Dijimos que nos quedamos sin más espacio para albergarlos. Y el costo de hacer esto… era una carga que no podíamos seguir soportando”. —Alcalde Adams (La Ciudad, 16/02/24)
Eric Adams, alcalde de una ciudad santuario, aparentemente ha calculado que es útil posicionarse como el azote de los solicitantes de asilo y el enemigo del santuario. Haciendo caso omiso del apoyo en declive que tiene entre los latinos, él cree que cediendo en sus principios para apaciguar a los racistas antiinmigrantes y a los reaccionarios, es su mejor opción para ser reelegido.
Pero Nueva York es una ciudad de inmigrantes y a la mayoría de nosotros nos gusta que así sea. Y a pesar de lo que hace Eric Adams, los solicitantes de asilo se están convirtiendo rápidamente en parte del tejido de la ciudad. Están cocinando, manejando, limpiando, vendiendo, entregando comida, brindando cuidados, construyendo andamios y colgando paneles de yeso. Se han vuelto parte integral de las escuelas, los grupos de defensa, las iglesias y los lugares de trabajo de la ciudad. Ahora son neoyorquinos.
¿QUÉ PODEMOS HACER?
- Apoyar a grupos de base que brindan asistencia directa a los migrantes, como Comunidades Africanas Unidas.
- Sepa lo que es la ciudad santuario de Nueva York ¡De qué se tratan realmente las políticas!
En solidaridad y con cuidado colectivo,
Red de Solidaridad con l Inmigrantes de Jackson Heights (JHISN)
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